Gabriele Bessega

Los cántabros Diego (1994) y Pablo Noriega (1995), en la primera temporada de existencia de la estructura sub23 de la Fundación Contador, son el anterior precedente en lo que a dos hermanos en una misma plantilla se refiere. esta circunstancia se actualizó la temporada pasada de la mano de dos hermanos, además gemelos: los italianos Tommaso y Gabriele Bessega (18 de febrero de 2004).  No está claro quién de los dos es el mayor, adelanta Gabriele, en tanto que su parto fue por cesárea. Lo que sí es seguro es que los dos se enamoraron del ciclismo gracias a la gran afición del padre, Roberto, cicloturista recurrente y un habitual de las rutas cercanas a la vivienda familiar en la localidad lombarda de Samarate, al sur de Gallarate y al noroeste de Busto Arsizio. Gabriele es un buen rodador con unas muy buenas dotes para la contrarreloj, “también para un sprint con pocos ciclistas involucrados”, aunque sus orígenes deportivos están en el fútbol. Dentro del balompié, Gabriele Bessega era un mediocampista creativo con tendencia ofensiva. “Jugaba en el Vanzaghello. Pero tanto a Tommaso como a mí nos gustaba mucho la bicicleta y como nos gustaba la competición al final acabamos acercándonos a la competición ciclista”; recuerda. No fue un acercamiento temprano. Sería a los 13 o 14 años cuando Gabriele Bessega comenzó a competir en bicicleta. “Primero lo hice en una estructura del paese, la San Macario, y después nos marchamos a la Unione Ciclistica Bustese Olonia, en la que hemos competido estos últimos años y desde la que llegamos a la Fundación Contador”. Cuestionado por un corredor favorito y por una carrera que le atraiga, Gabriele señala: “Mi ciclista es el belga Remco Evenepoel. En cuanto a mi corsa favorita, me quedo con el Tour de Francia. Me parece la más diversa de todas las carreras”.