Lorenzo Fortunato

El héroe del Zoncolan, protagonista de la victoria en la etapa reina del Giro de Italia 2021, viene de una temporada en la que mucha mala suerte y algunos problemas físicos le quitaron la alegría de la victoria. Después de una temporada rotunda, la de 2021, con la guinda de la victoria en el Giro y la hermosa actuación en la carrera Adriatica Ionica donde Lorenzo ganó la etapa con llegada en el Monte Grappa y la clasificación general, el ciclista está listo para continuar su camino de crecimiento con el sueño de otra victoria en el Giro. Originario de Castel de Britti, el pueblo de Alberto Tomba, de niño jugaba al fútbol en el papel de delantero: cuando descubrió la bicicleta, gracias a las pedaladas que hacía junto a su padre en las colinas de Bolonia, nunca la ha abandonado. Excelentes resultados en las categorías inferiores, Fortunato lleva el maillot azul en la categoría junior tanto en la Copa del Mundo como en los Campeonatos de Europa. En 2016 tuvo la oportunidad de correr como stagiaire con el Team Tinkoff, equipo que le permitió participar en el Tour du Limousin, el Tour de los Fiordos (donde terminó 14º), la Tre Valli Varesine, la Milán-Turín y Tour del Piamonte. Un año más tarde, un mes después de sufrir un accidente sin consecuencias graves con un vehículo en el descenso del Passo di Foscagno, compitió en el Tour de Dinamarca con el Bardiani. Tras un año con el Vini Zabù, el paso al Eolo-Kometa para su confirmación definitiva. En 2019 se licenció en Ciencias del Deporte, le encanta el lago de Como (se ha mudado a Erba, de la mano de su prometida Verónica) y a pesar de sus orígenes emilianos, su plato favorito son los tortellini. El recuerdo más entrañable que le une al mundo del ciclismo, más allá de las victorias con el maillot del Eolo-Kometa, son los primeros paseos en bicicleta de carreras en compañía de su padre y su grupo de aficionados: «Ese espíritu», dice, «y esas ganas de divertirse pedaleando los domingos por la mañana junto a los amigos han permanecido conmigo, y los llevo conmigo incluso ahora que el ciclismo se ha convertido en mi rutina diaria. Pedalear con mi padre y su grupo de aficionados sigue siendo la verdadera razón por la que he llegado hasta aquí».